Tras su muerte se aclaran Rumores
Aunque no existen muchas dudas sobre la trascendencia musical de Michael Jackson -protagonista de una saga muy americana de fama y excesos que le llevó de niño prodigio hasta superestrella del pop-, las autoridades de Los Ángeles han iniciado un esfuerzo para aclarar su repentina muerte. Trágico final acompañado de forma inmediata por especulaciones sobre una sobredosis de calmantes dentro del empeño del arruinado artista de cincuenta años por volver a los escenarios.
Tras confirmarse su fallecimiento en el Centro Médico Ronald Reagan de la Universidad de California, el cadáver del icono de «Thriller» fue transportado con ayuda de un helicóptero del «sheriff» local hasta las instalaciones forenses del Condado de Los Ángeles, donde ayer mismo se realizó una autopsia, cuyos resultados no serán definitivos hasta que se complete un análisis de toxicología. Proceso que se puede demorar días, y algunas veces hasta varias semanas. De manera simultánea, el Departamento de Policía de Los Ángeles, por orden de su jefe, William Bratton, ha abierto una investigación paralela. Las pesquisas, descritas como habituales en casos tan señalados, ha sido encomendadas a detectives de una división especializada en robos y homicidios. Para empezar, se ha procedido al registro de la mansión alquilada en la exclusiva barriada de Holmby Hills, a donde los servicios de emergencia se dirigieron al medio día del jueves para socorrer al artista. En el transcurso del registro, la Policía se ha concentrado sobre todo en la búsqueda de medicamentos. Además de incautarse de un vehículo BMW propiedad del médico personal de Jackson, Conrad Murray, que se ha convertido en una figura de particular interés para esta investigación, ya que ese mismo médico fue el primero que intentó aplicar sin éxito una terapia de reanimación después de que el artista se desplomase el jueves por la tarde. Supuestamente, tras haber recibido una inyección de un potente calmante, similar a la morfina. Brian Oxman, abogado de la familia Jackson, ha sido uno de los primeros en apuntar que la muerte del icono musical podría estar relacionada con el abuso de fármacos. En declaraciones a diversas cadenas de televisión, Oxman ha insistido en que durante «los últimos años yo advertí a los miembro de su familia que Michael estaba sobre-medicado». Con reproches de que el artista tenía gente a su alrededor que facilitaba esa adicción.
Maratón de ensayos
Durante las últimas semanas, Jackson había estado ensayando con intensidad para su tanda de conciertos prevista en Londres a mediados del mes que viene. El artista estaba utilizando para su preparación un estudio en Burbank y las instalaciones del Staples Center, el estadio cubierto normalmente utilizado por el equipo de baloncesto de los «Lakers». Según diversos testimonios, Jackson tenía un aspecto bastante frágil pero se crecía sobre el escenario. Entre sus notorias complicaciones de salud, el problema con los calmantes de Jackson se remontaría a un accidente que sufrió durante el rodaje de un anuncio en 1984. Supuestamente, también padecía de algún tipo de enfermedad autoinmune, problemas de piel y complicaciones por el abuso de cirugía estética. Además de bajadas de tensión y dolores de espalda. Con todo, la empresa promotora de sus próximos conciertos -AEG Live- ha informado que para conseguir una póliza de seguro la estrella superó el pasado marzo un exhaustivo reconocimiento médico.
Con una montaña de deudas personales, estimada por el «Wall Street Journal» en más de 355 millones de euros, todo hace indicar que la saga de Michael Jackson continuará con bastante probabilidad en los tribunales de Estados Unidos. Junto a posibles disputas de testamento y acreedores, también existe la cuestión de determina
r la custodia de sus tres Michael Joseph Jackson, de doce años; Paris Katherine, de once; y Prince Michael II, de siete.
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